El cólico del lactante.
Anna Vilaseca
Farmacéutica.
Departamento científico.
Los cólicos del lactante.
El cólico del lactante es un trastorno benigno que se diagnostica frecuentemente. Un 20% de los lactantes sufre cólico del lactante durante los tres primeros meses de vida.
Es la causa de muchas consultas en pediatría y puede causar mucho estrés familiar.
Durante los primeros meses de vida todos los lactantes lloran, pero el llanto del cólico es diferente.
El llanto del cólico del lactante tiene un inicio y final bruscos. Es un llanto inconsolable, más habitual de cara a la tarde-noche. Por la tarde el bebé está cansado de todo el día y esto también puede influir.
Los bebés, debido al dolor que tienen, encojen las piernas sobre el abdomen, cierran los puños y se les pone la cara roja.
En el entorno pediátrico, para diagnosticar el cólico se usa la norma de los “tres treses”: el bebé debe tener entre tres semanas y tres meses, llorar más de tres horas al día y hacerlo más de tres días a la semana.
El origen del cólico es desconocido. A veces se puede tratar de gases. También pueden existir intolerancias a la lactosa o alergias a través de la leche materna que pueden llevar al cólico.
La microbiota intestinal del bebé es inmadura y este es uno de los factores que puede influir en las alergias, intolerancias y también en los gases. El uso de probióticos adecuados para bebés puede ser una gran ayuda en la maduración y protección de la microbiota. Y en consecuencia a la hora de evitar el cólico del lactante. Hay estudios que lo demuestran y cada vez son más los pediatras que los recomiendan.
El uso de antibióticos altera la microbiota del bebé. Si se tienen que utilizar, siempre se recomendará un probiótico que proteja esta microbiota.
El bebé se tiene que ir adaptando a su entorno, a la alimentación, a los medicamentos cuando estos sean necesarios. Todas las rutinas de higiene y sueño serán relevantes en esta adaptación.
Cuando el bebé llora, se recomienda que los padres estén tranquilos para poder transmitir esta tranquilidad al bebé, cogerlo en brazos, consolarlo, cantar suavemente una melodía repetitiva, y también se aconsejan los masajes.
Las emociones y los vínculos que vayan creando en los primeros meses de vida van a determinar el desarrollo del bebé, su maduración y es por este motivo que es relevante el hecho de estar tranquilos en este trastorno benigno del lactante, sabiendo que es una situación frecuente que tiene solución.
El bienestar de un masaje
La prevención es clave en el momento de aliviar el cólico del lactante. Un masaje suave diario, a nivel emocional, reforzará la conexión con el bebé y se sentirá más relajado. Ayudará también a que duerma mejor. A nivel físico, con el masaje también podemos ayudar a la expulsión de los gases.
Poner las manos sobre la barriga del bebé, darle calor y hacer un masaje con un Aceite para bebés con aceites vegetales aliviará el dolor y el malestar que pueda tener y que le causa el llanto.
Se recomienda un masaje en forma circular en la misma dirección que las agujas del reloj y después hacer movimientos de arriba abajo. Tiene que ser muy suave y hacerlo tranquilamente y con mucha delicadeza.
El Aceite para bebés con aceite de semilla de algodón, aceite de caléndula y aceite de almendras dulces aporta suavidad e hidratación a la piel ayudando a que el masaje sea muy agradable y calmante.