Características de la piel del bebé.

Características de la piel del bebé.

La piel tiene tres capas: la epidermis o capa más externa que hace de barrera cutánea, con la película hidrolipídica, protegiendo de los agentes externos y también evitando la pérdida de agua; la dermis o capa intermedia compuesta de tejido conectivo, que aporta flexibilidad y elasticidad a la piel; y la hipodermis o capa más profunda que contiene tejido adiposo con una función aislante, amortiguadora y de mantenimiento de la temperatura corporal.

La piel de los bebés es hasta diez veces más fina que la piel de los adultos, se seca con facilidad y puede perder agua, siendo más fácil que se irrite. Es menos resistente a las agresiones externas.

Tiene un pH un poco más básico que la de los adultos y esto también hace que esté menos protegida.

Por sus propias características,la piel normal del bebé suele ser una piel sensible y con tendencia seca y es por esta razón que se necesitan productos adecuados y especiales para bebés en su higiene diaria e hidratación.

Algunas dermatitis

Hay bebés que pueden presentar una piel atópica o dermatitis atópica. Afecta a un 20-30% de los niños. La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica y hereditaria de la piel. Los niños que la sufren tienen la función barrera cutánea alterada y la piel es más permeable al paso de ciertas substancias que pueden irritar la piel.

Normalmente aparece en forma de manchas rojas y picor en la cara y también en las zonas de flexión.

Más de la mitad de los casos de dermatitis atópica desaparecen antes de llegar a la adolescencia.

Una buena hidratación diaria y unas normas de higiene adecuadas pueden ayudar al bienestar de la piel del bebé y el niño con dermatitis atópica.

El perfume de los productos tiene que ser natural y sin alergenos.

La ropa de algodón es la más adecuada porque permite la transpiración y tiene menos riesgo de provocar irritaciones en la delicada piel del bebé y en especial en la piel del niño con dermatitis atópica.

Otra dermatitis frecuente es la costra láctea, una forma de dermatitis seborreica infantil. Se presenta en el 10% de la población general. Suele aparecer en los tres primeros meses de vida. Se caracteriza por la aparición de costras y escamas amarillentas preferentemente en la zona de la cabeza. A diferencia de la dermatitis atópica no suele producir picor.

Se recomienda lavar a diario la cabeza con un Gel champú para bebés y también el uso de un Aceite que ayude a desprender la costra láctea de forma suave.

Hidratación de la piel

La aplicación de un aceite emoliente, que aporte lípidos similares a los de la película hidrolipídica de la barrera cutánea, ayudará a reforzar la barrera protectora impidiendo la pérdida de agua. Mantendrá la hidratación de la piel y protegerá de las agresiones externas previniendo sequedades o irritaciones.

Los aceites vegetales son parecidos a la película hidrolipídica de la piel y se absorben con facilidad, dejando que la piel “respire” sin obstruir los poros.

Un Aceite es muy recomendable para hidratar la piel tanto del cuerpo como de la cara. Se debe tener en cuenta que la composición de este Aceite natural contenga aceites específicos para la piel del bebé.

Un Aceite con aceite de semilla de algodón, aceite de caléndula y aceite de almendras dulces dejará la piel del bebé suave como el terciopelo y aligerará cualquier rojez y sequedad que pueda tener.

El aceite de semilla de algodón preserva eficazmente la película hidrolipídica de la piel. Tiene propiedades como emoliente, hidratante y calmante.

hidratante y calmante. El aceite de caléndula tiene propiedades regeneradoras y también antimicrobianas. Tiene una acción calmante, suavizante y protectora.

El aceite de almendras dulces tiene propiedades hidratantes, protectoras y suavizantes. Es un emoliente indicado para pieles sensibles.

Es importante que el producto esté Testado bajo supervisión pediátrica para avalar la efectividad y la tolerancia del producto.