Durante el primer trimestre del embarazo muchas mujeres se sorprenden al comprobar que su cuerpo experimenta un cambio que normalmente pasa mucho más desapercibido que las náuseas, la sensibilidad en los pechos, los cambios de humor, la acidez de estómago, el estreñimiento o la aversión a ciertos olores o sabores: la aparición de granos.

Los granos durante el embarazo suelen ser menos conocidos que los granos durante la adolescencia, y ambos se denominan acné. Se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel que se produce cuando los folículos pilosos (es decir, las estructuras tubulares o poros que rodean la raíz y el tallo de un pelo -aparece a menudo en las típicas ilustraciones de depilación-) se obstruyen con grasa y células muertas de la piel. Esto provoca espinillas, puntos negros o granos, porque la mezcla permite que las bacterias que normalmente viven en la piel de forma natural crezcan en los folículos obstruídos, algo que también provoca hinchazón, enrojecimiento, calor y dolor.

Hay diferentes tipos de acné: puntos blancos, puntos negros, pápulas, pústulas, nódulos, etc. Generalmente no requieren tratamiento médico porque como veremos más adelante en este post, puede mejorar con una rutina facial adecuada. Sin embargo, si el acné persiste o es severo (cuando aparecen lesiones profundas, dolorosas y llenas de pus), es necesario visitar a un dermatólogo.

Como hemos apuntado, el acné más conocido es el que suele aparecer en la adolescencia, pero no es el único momento vital (aunque sí, a menudo, el más intenso) en el que hay cambios hormonales que motivan esta afección. El embarazo es uno, pero también pueden aparecer en la menstruación, si se tienen ovarios poliquísticos, si se padece estrés o se está en la fase de premenopausia o de menopausia. También influyen otros transtornos hormonales más graves, el estrés, la toma de ciertos medicamentos, la herencia familiar, etc. Hay quien atribuye los granos también a la alimentación, pero no hay evidencia científica suficiente sobre ello.

¿Por qué nos salen granos durante el embarazo?

El primer trimestre del embarazo supone una revolución hormonal para las mujeres. Se produce un aumento significativo de la gonadotropina coriónica humana (hCG), que produce la placenta y que es la que se detecta en los test de embarazo, lo que contribuye a los síntomas iniciales como las náuseas. Al mismo tiempo, aumentan los niveles de progesterona, que permiten el desarrollo fetal y placentario, al tiempo que puede provocar síntomas como somnolencia, inflamación y sangrado de las encías.

Otro de los cambios que experimenta el cuerpo es un aumento de los niveles de estrógenos y andrógenos: es lo que se relaciona con la hiperactividad de las glándulas sebáceas y una producción excesiva de sebo, lo que explica la aparición del acné. Hay embarazadas que son propensas a él y, por ejemplo, ya lo tuvieron en la pubertad, y otras que lo tienen por primera vez cuando esperan un hijo.

¿Es un problema tener granos durante el embarazo?

Tener granos durante el embarazo en general no es un problema, sólo puede resultar frustrante porque puede afectar a la autoestima o causar estrés y producir infecciones molestas y cicatrices. Además, genera la incertidumbre de encontrar un producto adecuado, porque como sabemos, muchos tratamientos habituales para el acné están contraindicados durante la gestación.

Recientemente, las autoridades europeas han alertado sobre los efectos adversos de los retinoides (derivados de la vitamina A), que suelen usarse en el tratamiento del acné, durante el embarazo. También lo hacen estudios sobre el ácido salicílico, presente en peelings contra esta afectación de la piel, que es seguro en bajas concentraciones, como apunta este artículo médico.

En este sentido, los productos naturales suelen ser los más deseables (y deseados) durante el embarazo, porque acostumbran a ser suaves, estar bien estudiados y libres de sustancias tóxicas o disruptores hormonales. Sin embargo, esto solo es cierto si también son seguros, testados y evidentemente, regulados adecuadamente. Por ejemplo, algunos pueden tener efectos potentes sobre el cuerpo, como estimular contracciones, alterar hormonas o afectar al desarrollo del feto.

Hay quien se lanza a los remedios de la abuela, y aunque lo tradicional puede tener una base científica en muchos casos, existen aceites esenciales fuertes que pueden llegar a ser tóxicos o tener efectos secundarios o incluso vinagres que irritan la piel.

El acné gestacional, por lo tanto, no es un problema en sí mismo, lo puede ser encontrar productos adecuados para tratarlo.

Algunos productos indicados para los granos durante el embarazo

Existen productos naturales, seguros y efectivos para tratar el acné gestacional, testados por farmacéuticos. Algunos de sus ingredientes suelen ser el ácido azelaico, que es antibacteriano, reduce la inflamación y despigmenta manchas, y además es naturalmente vegano porque es un compuesto naturalmente presente en cereales como el trigo, el centeno o la cebada, y se obtiene por síntesis o por fermentación de sus levaduras. Otro ejemplo de ingrediente seguro formulado correctamente es el zinc, que regula el sebo y la inflamación, siempre usado de forma tópica, dado que de forma oral es más difícil controlar las cantidades. Lo mismo ocurre con ingredientes como el te verde o el extracto de bardana, que se obtiene de una raíz de planta.

Los productos específicos para el acné de Famiskin contienen estos ingredientes y otros que están formulados de manera segura y bien testada, y son totalmente veganos. Se trata de un limpiador y un sérum, que forman parte de una rutina minimalista que tiene como ventaja que se enfoca en ingredientes activos concentrados y específicos para el acné gestacional, como el ácido azelaico y el extracto de bardana, que limpian, hidratan, regulan el sebo y calman la inflamación al mismo tiempo, que esta simplicidad reduce el riesgo de irritación o interacciones entre los ingredientes y que además se adapta muy bien al estilo de vida de una mujer embarazada, ahorrando tiempo, dinero y esfuerzo (además de efectos en el medio ambiente al ahorrar envases de más productos y otros efectos asociados como transporte), al tiempo que garantiza la eficacia necesaria para mantener la piel en buen estado durante esta etapa de cambios hormonales.

Rutina facial sencilla para el acné gestacional con productos Famiskin

Por la mañana

  • Limpieza: Limpiador facial natural Famiskin (31,10 €) (se puede comprar aquí).
    • Aplicar con agua tibia, masajear suavemente con movimientos circulares y aclarar abundantemente.
    • Ingredientes clave: extracto de bardana (regulador del sebo y antiinflamatorio).
  • Tratamiento: Sérum facial natural Famiskin (42,00 €) (se puede comprar aquí).
    • Aplicar una pequeña cantidad sobre la piel limpia y seca.
    • Ingredientes clave: ácido azelaico vegano (antiinflamatorio y antibacteriano), zinc PCA (regulador del sebo).
  • Protección solar: aplicar un protector solar mineral para prevenir la hiperpigmentación postacné durante el embarazo.

Por la noche

  • Limpieza: Limpiador facial natural Famiskin.
    • Seguir el mismo procedimiento que por la mañana.
  • Tratamiento: Sérum facial natural Famiskin.
    • Aplicar una pequeña cantidad y dejar actuar durante toda la noche.

Beneficios de esta rutina

  • Totalmente seguro durante el embarazo.
  • Ingredientes 100% naturales, veganos y libres de crueldad animal.
  • Formulados por farmacéuticos.
  • Testeados dermatológicamente.
  • Producidos en Barcelona.
  • Sin envases secundarios y con envases reciclables.
  • Combate eficazmente el acné sin irritar la piel.
  • Regula la producción de grasa y calma la inflamación.

Este sencillo proceso proporciona una limpieza adecuada y un tratamiento específico para el acné gestacional, respetando el delicado equilibrio hormonal durante el embarazo.

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